domingo, 16 de septiembre de 2012

Restauras o destrozas

Desde hace semanas todo el mundo habla del desgraciado incidente del “Eccehomo” de Borja, desfigurado por una mujer de 80 años que pretendía restaurarlo. Esta historia ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en la gran noticia del verano.

Ecce Homo de Borja

No vamos a contribuir a inflar más el globo de este despropósito, pero quizás sería interesante recordar otras “restauraciones” que pasarán a la historia por su desastroso resultado.

Una de las más sonadas tuvo lugar en 1996 en el Museo del Prado, con la restauración del cuadro de El Greco “El caballero de la mano en el pecho”.

Antes y después de la restauración

En esta ocasión el restaurador eliminó la firma del autor en griego porque supuso que era falsa ya que tenía faltas de ortografía ("hacia 1580, El Greco nunca firma con mayúsculas. La letra es además torpe (...) y tiene faltas de ortografía"). Además se eliminó el fondo negro en lo que algunos expertos consideraron una limpieza excesiva y precipitada.


Otra obra que ha sufrido “restauraciones” más que dudosas a lo largo del tiempo es “La Imposición de la casulla a San Ildefonso”, cuadro pintado por Velázquez hacia 1623. Esta obra presenta un estado lamentable y, por ejemplo, se observa que las manos en actitud orante del santo prácticamente han desaparecido por varias restauraciones fallidas.

El cuadro de Velázquez en su estado actual

Otras veces la intervención sobre una obra no obedece a criterios artísticos sino particulares como cuando el primer ministro italiano Silvio Berlusconi ordenó restaurar las esculturas de Venus y Marte de Miguel Ángel, instalando la mano de la diosa del amor y el pene del dios de la guerra, porque le ponía nervioso ver la escultura mutilada.

Antes y después de Venus y Marte

Y finalmente los equívocos que provoca el arte moderno. En 1986, en la Academia de las Artes de Düsseldorf, una señora de la limpieza eliminó del techo la ya famosa "Mancha de grasa" de Joseph Beuys (1921-1986), pensando que era eso, una mancha.
Y también en Düsseldorf, en 2011, otra limpiadora dejó como una patena la obra "Wenn es anfängt durch die Decke zu tropen" (Cuando empieza a gotear desde el techo) del artista alemán Martin Kippenberger (1953-1997), una estructura a base de tablas de madera clavadas entre sí, formando algo similar a un  andamio, con diversos letreros. En la base de la estructura, sobre el suelo, un recipiente de albañil de goma con estudiados restos de yeso, igual que en el suelo a su alrededor. La eficiente señora limpió con esmero la obra dejándola inmaculada. La obra estaba valorada en 800.000,00 euros
 
La obra inmaculada tras la intervención de la eficiente limpiadora